El impuesto sobre la renta tiene como finalidad gravar los incrementos patrimoniales de las personas físicas derivado del ejercicio de diversas actividades económicas, las cuales se clasifican en diversos regímenes de tributación:
Ingresos por sueldos y salarios y en general por la prestación de un servicio personal subordinado.
Ingresos por actividades empresariales.
Ingresos por arrendamiento de inmuebles.
Ingresos por enajenación de bienes.
Ingresos por Adquisición de bienes.
Ingresos por intereses.
Ingresos por la obtención de premios.
Ingresos por dividendos.
De los demás ingresos.
Por cada uno de estos regímenes debe determinarse la utilidad fiscal la cual consiste en disminuir de los ingresos gravados las deducciones autorizadas para cada uno de ellos, algunos de estos regímenes tienen la obligación de presentar pagos provisionales al impuesto anual, esta obligación se cumple mediante la presentación de declaraciones mensuales.
Al finalizar el ejercicio se debe presentar una declaración anual a más tardar el día 30 de abril del año inmediatamente posterior, en esta declaración se integran las utilidades fiscales obtenidas por el contribuyente de acuerdo a los regímenes en los cuales haya incurrido durante el ejercicio, a esta cantidad se le pueden disminuir las deducciones personales del contribuyente, finalmente se aplica la tarifa del impuesto sobre la renta la cual va de una tasa del 1.92% hasta un 35% de acuerdo al ingreso, al monto obtenido se le disminuyen los pagos provisionales y las retenciones obtenidas durante el ejercicio resultando el impuesto a favor o a pagar de cada contribuyente.
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